Diariamente intercambiamos opiniones: un partido de fútbol, una noticia del diario, diferencias políticas, situaciones que vivimos en el colegio. Todas son disparadores que nos llevan a discutir y tratar de convencer a los demás sobre nuestro punto de vista. Defender nuestras ideas y aceptar las de los otros es importante para la vida en sociedad y para constituirnos como personas.
El discurso argumentativo intenta persuadir o convencer al destinatario para que comparta una opinión del emisor o para que realice una acción determinada.
El discurso argumentativo intenta persuadir o convencer al destinatario para que comparta una opinión del emisor o para que realice una acción determinada.
Puede estar destinado a convencer al destinatario mediante el ejercicio de la razón o a persuadirlo mediante la apelación a sus sentimientos y emociones, aunque no siempre son excluyentes ambas intenciones sino que pueden estar combinadas en un mismo discurso.
La argumentación posee una superestructura, es decir, un tipo de esquema que establece el orden global de un texto independientemente de su contenido específico. Se compone de una serie de categorías que se combinan de acuerdo con ciertas reglas convencionales.
La argumentación posee una superestructura, es decir, un tipo de esquema que establece el orden global de un texto independientemente de su contenido específico. Se compone de una serie de categorías que se combinan de acuerdo con ciertas reglas convencionales.
Las categorías principales de la estructura argumentativa son: Punto de partida, Hipótesis o Proposición, Argumentación (a favor y en contra), Conclusión.
El punto de partida marca una especie de introducción que da comienzo al discurso. Tiene como finalidad presentar ante el receptor el tema sobre el que se va a argumentar. Además, el argumentador intenta generalmente captar la atención del destinatario y despertar en él una actitud favorable.
La proposición tiene como objeto enumerar y explicar los hechos que se consideran fundamentales y presentar la hipótesis de forma clara y concisa.
La argumentación suele ocupar la parte central del texto y contiene los argumentos que apoyan la tesis o postura del argumentador.
La conclusión es la parte final del texto argumentativo. Debe contener un resumen de lo expuesto y recoger tanto la tesis del argumentador como los argumentos principales. La conclusión es la última oportunidad que tiene el emisor para convencer al destinatario de sus ideas u opiniones.
La proposición tiene como objeto enumerar y explicar los hechos que se consideran fundamentales y presentar la hipótesis de forma clara y concisa.
La argumentación suele ocupar la parte central del texto y contiene los argumentos que apoyan la tesis o postura del argumentador.
La conclusión es la parte final del texto argumentativo. Debe contener un resumen de lo expuesto y recoger tanto la tesis del argumentador como los argumentos principales. La conclusión es la última oportunidad que tiene el emisor para convencer al destinatario de sus ideas u opiniones.
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