Teníamos una imagen de la ciudad de Buenos Aires parecida a la de Rafaela, donde las villas están a las afueras. Aquí el centro muestra edificios, comercios, las entradas a la ciudad dan a la plaza principal, allí se encuentra todo lo bello además de higiene y muchas personas solidarias dispuestas a ayudar a quien lo necesite.
Ahora guardamos otra imagen de la ciudad de Buenos Aires, es distinta a nuestra ciudad: las villas están muy cerca de la Casa Rosada, las personas van y vienen apuradas sin mirar a su alrededor (da lo mismo una persona que duerme en la calle o descompuesta, nadie te ayuda, viven ellos pendientes de su propia vida sin importarles quién está a su lado). Sus edificios son tan altos que la ciudad es toda sombra, habitan departamentos y no se conocen entre vecinos.
Las personas salen a las calles vestidas a su gusto, a nadie le incomoda y no reciben demasiadas críticas de los peatones, como se demuestra en nuestra ciudad donde sí se critican raras formas de vestir. Nuestra opinión es que preferimos continuar habitando esta localidad ya que, a nuestro gusto, es mucho más tranquila y confortable.
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