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martes, 2 de agosto de 2016

WELCH, Johnny: La marioneta (poema mal atribuido a Gabo)

Durante mucho tiempo, y aún ahora, ha estado circulando el texto "La marioneta" (también llamado "La marioneta de cartón"), texto que ha sido atribuido erróneamente a Gabriel "Gabo" García Márquez. En realidad, tanto "Gabo" como su verdadero autor, Johnny Welch, han hecho las aclaraciones pertinentes.
A continuación transcribimos una nota más que ilustrativa sobre la situación planteada sobre la autoría del poema "La marioneta", publicada en fecha 24.04.2014 en el revista colombiana "Semana".


¿Por qué a un cómico lo confunden con García Márquez?

Hay poemas que parecen tener vida propia. Y por algún motivo "La marioneta", del mexicano Johnny Welch, es uno de ellos.
Desde hace más de una década circula por internet bajo el nombre de Gabriel García Márquez y aunque Welch -y el propio Gabo- explicaron el error en varias ocasiones, el poema, como una hidra, resurge una y otra vez.
Es lo que ha ocurrido en la última semana, luego de la muerte del premio nobel de literatura colombiano. Versos de "La marioneta" han sido citados incontables veces -e incluso en diferentes versiones- en las redes sociales para despedir al escritor.
Y siempre se le atribuyen al García Márquez que, hace más de diez años, cuando supo que esto ocurría, tuvo una de sus legendarias salidas. En esos momentos se encontraba en Los Ángeles, bajo tratamiento por cáncer linfático y dijo que no se iba a morir de la enfermedad sino porque le estaban adjudicando un poema tan cursi.

La increíble y feliz historia de La Marioneta

En realidad nadie sabe cómo ni cuándo se empezó a decir que el poema lo había escrito Gabo. Pero toda la historia bien merece un lugar en los anales del realismo mágico.
Según le relató el propio Welch a mi colega Will Grant, la bola de nieve empezó durante una teletón en Santiago de Chile.
Welch, quien se define como "integrante del show business", es también escritor, cómico… y ventrílocuo.
Y en esa calidad fue invitado por el famoso presentador de televisión chileno Don Francisco a la teletón chilena.
"Sentí la necesidad de transmitirle al público algo serio, del alma, del corazón, así que un día decidí escribirlo. Y escribí La Marioneta".
A pesar de que su representante no estaba muy convencido, Welch incluyó el poema como parte de su repertorio en Santiago.

Entonces, algo extraordinario ocurrió.

"Al cierre leí el poema, era en un teatro, cadena nacional, hago el poema y veo que todo el teatro se empieza a llenar de pañuelos blancos, la gente empieza a llorar".
A su regreso a México lo invitaron a un programa de televisión donde recitó de nuevo el poema. "Ese día recibimos 500 llamadas pidiendo que se repitiera. Mi representante me dijo que tenía que escribir un libro. Lo hice y se vendió muy bien para ser México".
Si hubiera terminado allí, la historia ya sería extraordinaria. Pero faltaba más.

Internet

Algún tiempo después, Johnny se enteró de que el poema circulaba de manera anónima por internet. No le dio importancia, como tampoco se la dio cuando le contaron -poco después- que se lo atribuían a García Márquez.
"En ese momento no me provocó ninguna sensación porque lo que pensé es 'alguien lo subió a internet y se le ocurrió poner Gabriel García Márquez así como pudo poner Mario Benedetti'".
Sin embargo, un año después recibió una llamada de una tía, quien le dijo que estaban hablando de su poema por la radio. A partir de ese momento, la bola de nieve se hizo irrefrenable: empezó a recibir llamadas de los principales programas de radio y televisión solicitando entrevistas. ¿Qué había ocurrido?
"Unos días antes el periódico más importante de Perú, La República, saca un encabezado diciendo que el poema La Marioneta es la obra póstuma de García Márquez y que se lo está dejando a sus amigos en el momento en que está con un problema de cáncer en un hospital en Los Angeles".
Esto llevo a que García Márquez convocara a una rueda de prensa para aclarar el tema.
"Dijo: señores, yo quiero decirles que estoy vivo y que lo único que me podría matar es que digan que yo escribí algo tan cursi", recuerda Welch.

¿Le molestó que Gabo calificara su poema de "cursi"?

"No me molestó. Lo que respondí es que eran unas declaraciones muy válidas: 'Es alguien que es el escritor más importante del habla hispana y yo no escribo con el conocimiento, escribo con el corazón. Y si yo logro cambiar en una persona en el mundo un sentimiento de odio por uno de amor, el poema a cumplió su función'".

El maestro quiere conocerte

Otro año y medio pasó. Entonces, asegura Johnny Welch, recibió una llamada de Ignacio Solares, director de Difusión Cultural de la Universidad Nacional de México, la UNAM me dijo: "Johnny, ayer en una entrevista con el rector estaba el maestro García Márquez y pidió conocerte".
De esta manera, la historia dio el círculo completo. El cómico se descubrió sentando en la sala de su casa, conversando amigablemente con el gran Gabriel García Márquez. Y por supuesto, con el muñeco de ventrílocuo al lado.
"Nos sentamos a platicar y me dijo: 'Ve, Johnny, yo estaba con problemas de salud en Los Angeles y me empezaron a bombardear con un poema, no sabía de qué me hablaban. Alguien me dice: es un poema cursi que está girando en internet. Entonces yo cometí el error de hacer la rueda de prensa y decir 'un poema cursi', pero yo no lo había escuchado, lo escuché cuando lo hiciste en un programa".
Según Welch, Gabo remató con una frase increíble: "Y después de escucharlo decidí que era el momento de sentarme a escribir mis memorias'".
"Me dijo que si sabía que, antes de morir, al actor Anthony Quinn le preguntaron qué era ser padre después de los 80 y citó un párrafo de mi poema. Me dijo que el poema había sido traducido a todos los idiomas y le había dado la vuelta al mundo".
"Toda nuestra conversación fue llena de humor. Yo quería hablar en serio con él, aprender, y él sólo quería bromear. Me hizo sacar al muñeco y le hablaba al muñeco como si estuviera vivo, todo era muy en broma".
Y el final de la charla es digno de un relato de García Márquez.
"Hasta que llegó un momento en que le dije: 'Maestro, el hecho de que usted esté aquí frente a mí no puede ser una casualidad, son muchas casualidades'. Y me contestó: 'No Johnny, esto no es una casualidad, esta es una historia que tenía que ser'".

La marioneta

Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.

Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la luna.

Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalo...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,
pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo

jueves, 12 de diciembre de 2013

CUERVO BARRERO, ALFREDO: Queda prohibido


El poema que se titula “Queda prohibido” que circula por la red y es atribuido a Pablo Neruda, no pertenece al gran poeta chileno sino al español Alfredo Cuervo Barrero.

El mismo autor se encargó de hacerlo saber en la red:

“Como prueba de mi autoría aquí les envío los siguientes puntos.
1º) El poema "Queda Prohibido" está inscrito en el registro de Propiedad Intelectual de Vizcaya a nombre de Alfredo Cuervo Barrero. Número de inscripción BI -13- 03.
2º) La fundación Pablo Neruda de Chile ha negado que este poema pertenezca al poeta, puede corroborarlo enviándoles un E-Mail en su página Web.
3º) "Queda Prohibido" fue publicado por primera vez en Internet el 23 de Julio de 2001 en la página deusto.com. Es un poco extraño que siendo un poema “tan hermoso de Pablo Neruda”, como se ha comentado en ciertas páginas, no haya ni una sola Web con el poema publicado antes de dicha fecha.
De todas formas la poesía que circula en dichas páginas no es la original, sino una copia amputada de la misma”.

A continuación le ofrecemos el poema completo y en versión original:

Queda prohibido

¿Qué es lo verdaderamente importante?,
busco en mi interior la respuesta,
y me es tan difícil de encontrar.

Falsas ideas invaden mi mente,
acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,
aturdida en un mundo de irreales ilusiones,
donde la vanidad, el miedo, la riqueza,
la violencia, el odio, la indiferencia,
se convierten en adorados héroes,
¡no me extraña que exista tanta confusión,
tanta lejanía de todo, tanta desilusión!.

Me preguntas cómo se puede ser feliz,
cómo entre tanta mentira puede uno convivir,
cada cual es quien se tiene que responder,
aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarme un día sin saber qué hacer,
tener miedo a mis recuerdos,
sentirme solo alguna vez.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quiero,
abandonarlo todo por tener miedo,
no convertir en realidad mis sueños.

Queda prohibido no demostrarte mi amor,
hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,
inventarme cosas que nunca ocurrieron,
recordarte sólo cuando no te tengo.

Queda prohibido dejar a mis amigos,
no intentar comprender lo que vivimos,
llamarles sólo cuando los necesito,
no ver que también nosotros somos distintos.

Queda prohibido no ser yo ante la gente,
fingir ante las personas que no me importan,
hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,
olvidar a todos aquellos que me quieren.

Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,
no creer en mi dios y hallar mi destino,
tener miedo a la vida y a sus castigos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,
odiar los momentos que me hicieron quererte,
todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,
olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la mía,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
sentir que con su falta el mundo se termina.

Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,
no tener un momento para la gente que me necesita,
no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita. 

(España, 1980)

jueves, 25 de julio de 2013

MUERE LENTAMENTE, de Martha Medeiros




Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente
quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente
quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.

Muere lentamente,
quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
una espléndida felicidad.

(Brasil, 1961)

Este poema, mal atribuido en internet a Pablo Neruda, pertenece a la escritora y periodista brasileña Martha Medeiros. Y no es el único texto que se le atribuye (voluntaria o involuntariamente) al poeta chileno. Y tampoco Neruda es el único escritor famoso a quien se lo pretende autor de textos cuyos autores son desconocidos o poco conocidos, como una manera de “asegurar” su lectura al poner como autor a un escritor consagrado.
La propia escritora brasileña, autora de varios libros y cronista del diario Zero Hora, de Porto Alegre, se puso en contacto con la Fundación Neruda para esclarecer el tema de la autoría de dicho texto y la Fundación ha debido salir a aclarar la confusión y confirmó que, efectivamente, el poema en cuestión no es de autoría de Pablo Neruda.
El poema "A Morte Devagar" fue publicado en su idioma original el 1° de noviembre de 2000, víspera del Día de Difuntos, en el periódico con el que colabora Medeiros y forma parte de su libro "Non-Stop, Crônicas do Cotidiano".
Ante la enorme dificultad de que estas “confusiones” sean evitadas en internet, manifiesta Medeiros que supo afrontar este contratiempo en el “humor suficiente como para reírse de todo eso”.
Quizás el origen de esta confusión comenzó en Italia, cuando el político italiano Clemente Mastella, líder de la Unión de Demócratas para Europa, leyó en el Senado el poema "Muere lentamente" al votar en contra de la moción de confianza solicitada por el entonces primer ministro Romano Prodi. Mastella demostró qué fácil es caer en este tipo de trampas y hacerse eco de algo que ronda por Internet, sin detenerse a comprobar autorías. 
Valga esta aclaración para no creer que todo lo que se encuentra en internet es “una verdad inapelable”.

SF