domingo, 29 de agosto de 2010

PAULO FREIRE Y LA EDUCACIÓN POPULAR

Paulo Freire fue un reconocido educador brasilero y, especialmente, uno de los principales filósofos de la educación de fines del s. XX y uno de los principales representantes del grupo de las pedagogías libertarias.
En síntesis, Freire reconoció la existencia de una educación hegemónica a la cual llamó educación bancaria, la que establece y perpetúa la situación económica, política y social. Esta educación bancaria se caracteriza por ser autoritaria y unidireccional; por lo tanto, rechaza la crítica y niega el diálogo y la reflexión.
Como respuesta, surge la educación popular, mediante la cual las personas pueden tomar conciencia de su condición y transformarla justo a través de lo que la educación bancaria rechaza: el diálogo, la crítica y la reflexión.
El hombre vive dentro de un proceso en el que debe despertar su conciencia crítica para reconocerse en el mundo y transformarlo. No obstante, para que estas facultades logren desarrollarse, se requiere de una educación orientada a los sectores populares para ayudar al ogro de su liberación.
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¿Cuáles son los principios de la educación popular?
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El principio de práctica-teoría-práctica
A partir de la práctica, la realidad, se construye la teoría que será llevada a la práctica para la transformación de la realidad.
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El saber popular y la construcción colectiva del conocimiento
Desde lo práctico y las experiencias cotidianas, se puede construir conocimiento que adquiere una connotación científica cuando se hace recurrente en las transformaciones efectivas.
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La práctica como respeto y construcción
El proceso educativo que debe partir de la práctica (reconocimiento y respeto al saber popular, al conocimiento del educando) respetando la identidad cultural, al diferente, desde el diálogo como principio educativo.
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La contextualización
Es decir, el reconocimiento del mundo y del hombre dentro de éste con la finalidad de establecer relaciones horizontales basadas en la humildad, el amor, la fe y el compromiso a los procesos de cambio.
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TEORÍAS DE PAULO FREIRE
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1- Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho.

2- Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado.

3- Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.

4- Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.

5- Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.

6- Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.

7- Enseñar exige saber escuchar.

8- Nadie es, si se prohíbe que otros sean.

9- La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.

10- No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.

11- Decir la palabra verdadera es transformar al mundo.

12- Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.

13- El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación.

14- El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.

15- Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.

16- Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.

17- La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados “ignorantes” son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una “cultura del silencio”.

18- Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.

19- Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización.

20- La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre.

miércoles, 25 de agosto de 2010

LEYENDA DE LA FLOR DE IRUPÉ

Érase una doncella bellísima que se enamoró de la luna. La joven sufría con su amor sin esperanzas, mirando al astro de la noche esparcir su pálida luz desde la altura
Un día, llevada por la fuerza de su pasión, decidió ir a buscar a su celestial amante. Subió a los árboles más altos e inútilmente tendía los brazos en busca de lo inalcanzable. A costa de grandes fatigas trepó a la montaña, y allí, en la cima estremecida por los vientos esperó el paso de la luna pero también fue en vano.
Volvió al valle suspirosa y doliente, y caminó, caminó para ver si llegando a la línea del horizonte la podía alcanzar. Y sus pies sangraban sobre los ásperos caminos en la búsqueda de lo imposible.
Sin embargo, una noche, al mirar en el fondo de un lago vio a la luna reflejada en la profundidad y tan cerca de ella que creía poder tocarla con las manos. Sin pensar un momento se arrojó a las aguas y fue a la hondura para poder tenerla. Las aguas se cerraron sobre ella y allí quedó la infeliz para siempre con su sueño irrealizado.
Entonces
Tupá, compadecido, la transformó en irupé, cuyas hojas tienen la forma del disco lunar y que mira hacia lo alto en procura de su amado ideal.

LA COMUNICACIÓN HUMANA Y EL NACIMIENTO DE LA NARRACIÓN ORAL

La comunicación entre los hombres surgió como una necesidad. Pero, ¿cómo?
Señas, sonidos, movimientos corporales, dibujos, fueron seguramente los primeros signos que utilizaron para comenzar a comprenderse mutuamente y poder vivir en sociedad.
La necesidad de expresar sus sentimientos y el mundo que lo rodea surge con el mismo ser humano y lo fue haciendo a través de la historia por distintos caminos.
Sonidos emitidos primero sin una razón lógica se fueron unificando, cobrando sentido y agrupando hasta dar con un sistema de comunicación cada vez más complejo y eficaz: con las palabras comenzaron a expresar sus ideas de una forma más coherente y la comunicación entre los hombres comenzó a encontrar un código casi perfecto: el LENGUAJE.
Primero en forma oral, luego con la palabra escrita.
En el hombre existe un deseo innato que es el de CONTAR. En la antigüedad se creía que había hombres dotados para relatar hazañas de los dioses y los héroes y se los llamaba aedo, bardo, juglar, trovador.
Esas historias de dioses y héroes fueron tomando diferentes formas y adoptando diferentes personajes, historias que se fueron transmitiendo por tradición de generación en generación, pasando de “boca en boca” con los consiguientes cambios lógicos que esta forma producía, lo que hace que por cada historia exista una versión diferente.

Entre esos textos que nacieron de la oralidad encontramos a las LEYENDAS, narraciones de carácter tradicional que cuentan sucesos en los que la realidad y la fantasía se mezclan para justificar un hecho de la naturaleza o de la vida misma del hombre.

domingo, 1 de agosto de 2010

AUTOMOTOR / AUTOMOTRIZ


Tanto el adjetivo “automotor” como su femenino “automotriz” son utilizados con frecuencia en los medios periodísticos de nuestro país. Pero muchas veces se cometen errores y no se los emplea como corresponde hacerlo.
Debemos recordar que una de las reglas de “concordancia” fundamental en nuestro idioma es la que se establece entre sustantivo y adjetivo: ambos deben concordar (estar de acuerdo) en género y número.Es decir, tanto el sustantivo como el adjetivo son clases de palabras que poseen género y número, y como el adjetivo es una palabra que depende del sustantivo, su terminación se acomodará a él.
Así decimos perro blanco o perra blanca, farol luminoso o farola luminosa, etc.
También sabemos que en la lengua española, hay adjetivos de una forma —a los que llamamos “indiferentes”, ya que no varían su terminación aunque el sustantivo sea femenino o masculino— (hombre/mujer inteligente, lamento/pena fugaz, oro/joya brillante, etc.) y adjetivos de dos formas (cuero áspero / tela áspera, árbol alto / torre alta, etc.)
El adjetivo “automotor” como su femenino “automotriz” pertenecen al grupo de los adjetivos de dos formas: Si el sustantivo es masculino, se utilizará el adjetivo “automotor” (sector automotor) y si es femenino, “automotriz” (industria automotriz).
Lo mismo ocurre con otros adjetivos compuestos a partir del adjetivo “motor”, electromotor y (p)sicomotor, que tienen también su femenino electromotriz y (p)sicomotriz.
Por lo que es incorrecto el uso de los femeninos en –triz referidos a sustantivos masculinos.
Cabe aclarar que el femenino también puede utilizarse con su terminación en –ra: automotora, electromotora, (p)sicomotora.
SF