Buenos Aires es grande de por sí; mientras viajábamos, imaginábamos encontrarnos con esa importante localidad que se ve por los medios de comunicación, o como nos la supieron describir otras personas que ya habían ido hasta allí. Tal vez no esperábamos mucho, pero si teníamos esa gran expectativa de impresionarnos con enormes edificios y monumentos históricos que se encuentran en la capital de este país.
Cuando llegamos nos sentimos decepcionadas, porque todo eso que esperábamos se deshizo al ver una ciudad totalmente distinta a la nuestra. La gente vive acelerada y con el tiempo justo, recorren muchas distancias para llegar a sus trabajos. Al conocerla nos dimos cuenta de que es mucho más complicada de recorrer y más para poder visitar esos lugares indicados por el guía asignado. Nos quedamos con ganas de apreciar un poco más del recorrido que hicimos en ese día.
La imagen que guardamos son esos grandes edificios uno al lado del otro, el imponente Obelisco y sus avenidas que, por cierto, son interminables y que uno nunca termina de recorrer. También nos queda esa imagen de las personas, que solo viven en su mundo y a las que no les importa quién tengan al lado. En definitiva, vimos “un país aparte” al que estamos acostumbradas a vivir y ver, una sociedad totalmente distinta a la que vemos aquí.
Gisela Mansilla, Gisela Pairetti, Roxana Veloso, 5º D
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