lunes, 18 de junio de 2012

MACHADO, ANTONIO: LXXXV




La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.

Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.


Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
Juventud, nunca vivida,
¡quién te volviera a soñar!

España, 1875/1939


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